Biochar, una nueva amenaza para los pueblos, la tierra y los
Biochar, una nueva amenaza para los pueblos, la tierra y los
ecosistemas
(29/03/09)
El ‘biochar’ y los suelos no deben ser incluidos en el comercio de
carbono
Precaución ante la propuesta de utilizar grandes cantidades de
carbón vegetal en los suelos para mitigar el cambio climático y
para recomponer los suelos
Agregar carbón (‘biochar’) al suelo, se ha propuesto como una estrategia
de ‘mitigación del cambio climático’ y como una forma de regenerar
tierras degradadas. Se dice incluso que con ello se podría secuestrar
carbono, revirtiendo todo el calentamiento global causado por la
combustión de combustibles fósiles y por la destrucción de ecosistemas.
La producción de carbón a tal escala, requeriría cientos de millones de
hectáreas de tierra para producir biomasa, en su mayor parte a partir de
plantaciones de árboles. La propuesta es un intento de manipulación de la
biosfera y de utilización de superficies de tierra a una gran escala, en una
dimensión como para alterar el clima global, por lo que es una forma de
geo-ingeniería.
Tal y como ha quedado demostrado por la sucesión de desastres
provocados por los agrocombustibles, semejante conversión de usos de la
tierra supone una gran amenaza para la biodiversidad y para los
ecosistemas naturales, que juegan un papel esencial en la estabilidad y
regulación del clima y son también necesarios para la producción de
alimentos y la protección del agua. Significa también una amenaza para el
modo de vida de muchas comunidades, entre ellas indígenas.
El biochar está estrechamente relacionado con los agrocombustibles: el
carbón es un subproducto de uno de los métodos de producción de
bioenergía que también se utiliza para la producción de agrocombustibles
de segunda generación, es decir, agrocombustibles a partir de madera,
paja, bagazo, residuos de palmiste y otros tipos de biomasa sólida.
Once gobiernos africanos han hecho un llamamiento para que los suelos
agrícolas en general, y en particular el biochar, sean incluidos en el
comercio de carbono. Su solicitud indica que buscan incrementar la
“financiación a través del sector privado” (lo que implica el control por
parte de corporaciones) en áreas rurales del Sur, y establecer un
paralelismo con propuestas de incluir los bosques en el comercio de
carbono (como el mecanismo de Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación REDD). Ha habido oposición a esas
propuestas REDD porque se considera que comercializan los ecosistemas
de bosque con consecuencias negativas para los pueblos indígenas, las
comunidades locales y la biodiversidad. La inclusión de los suelos en esos
mecanismos amplificará estos serios impactos.
La propuesta de ‘mitigar el cambio climático’ a través de la
utilización de ‘biochar’ a gran escala es una forma peligrosa de
geo-ingeniería que se basa en afirmaciones sin fundamento.
Un grupo de presión o lobby, el International Biochar Initiative,
conformado en su mayor parte por empresas y académicos muchos de los
cuales son cercanos a intereses comerciales, está impulsando el biochar.
Sus afirmaciones son muy audaces y no se basan en el conocimiento
científico.
+ Todavía no se sabe si el carbón aplicado al suelo representa de alguna
manera un ‘sumidero de carbono’. El carbón industrial es muy diferente
de la Terra Preta, un tipo de tierra altamente fértil y rica en carbono que
existe en la Amazonía central, que fue creada por comunidades indígenas
a lo largo de cientos o miles de años. Las empresas de ‘biochar’ e
investigadores no han podido imitar Terra Preta.
+ Los defensores del biochar están promocionando ‘targets’ u objetivos,
que requerirían el uso de 500 millones de hectáreas o aún más tierras
para producir carbón, además de la energía correspondiente. Los
monocultivos industriales de árboles de crecimiento rápido y otras
materias primas para la industria de pulpa y papel y para
agrocombustibles están causando impactos sociales y ambientales serios,
que empeoran el cambio climático. Esta nueva demanda de biochar en
grandes cantidades aumentará enormemente estos problemas.
+ Existe el riesgo de que el biochar se utilice en el futuro para promover
el desarrollo de variedades de árboles genéticamente modificados (GM) de
modo específico para la producción de biochar, o que se extienda el
número de especies de árboles de crecimiento rápido, lo cual tendría
impactos ecológicos serios.
+ No existen evidencias consistentes de que el carbón tenga la propiedad
de hacer el suelo más fértil. La producción industrial de carbón a
expensas de materia orgánica con la que normalmente se produciría
humus tendrá más bien los efectos opuestos.
+ Se promociona como "biochar" la combinación de carbón vegetal con
fertilizantes a base de combustibles fósiles fabricados con carbón
producido a partir de la combustión de gases en las chimeneas de las
centrales energéticas de carbón. Con esto sólo se perpetuará la quema de
combustibles fósiles, así como las emisiones de óxido nítrico, un poderoso
gas de efecto invernadero.
+ El proceso de elaboración de carbón y energía (pirólisis) puede tener
como resultado contaminación peligrosa de aire y suelos.
Convirtiendo los suelos en cosechas rentables para la industria
pero desastrosas para las comunidades de bajos recursos
Se han presentado varias solicitudes de patentes para la utilización de
carbón en los suelos y para la pirólisis destinada a la producción de
carbón. Si estas patentes son concedidas, cualquier beneficio futuro
generado por esta tecnología estará destinada a las empresas y no a las
comunidades. Dadas las exitosas estrategias de combinar carbón con
biomasa de origen diverso en los suelos enriquecidos por los indígenas, es
preocupante que patentar el ‘biochar’ suponga un acto de biopiratería. La
inclusión de los suelos en los mercados de carbono, como la inclusión de
bosques en el comercio de carbono, incrementará el control corporativo
sobre recursos vitales y la exclusión de pequeños campesinos,
comunidades rurales e indígenas.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) ha perpetuado, más que
reducido, la quema de combustibles fósiles permitiendo a las industrias
comprar “derechos para contaminar” y retrasando los cambios sociales y
económicos que son necesarios para combatir el cambio climático. Los
impactos de la quema de combustibles fósiles son irreversibles, y los
llamados ‘sumideros de carbono en el suelo’ son inciertos y temporales.
Nos oponemos decididamente a la inclusión de los suelos en el
comercio de carbono y a mecanismos de compensación,
incluyendo el Mecanismo de Desarrollo Limpio.
La propuesta del biochar no toma en cuenta las causas en las que
radica el cambio climático: la combustión de los combustibles
fósiles y la destrucción de los ecosistemas, incluyendo la
deforestación y la destrucción de suelos sanos a través de la
agricultura industrial.
La agricultura agro-ecológica en pequeña escala y la protección de
los ecosistemas naturales son modos efectivos de mitigar los
impactos del cambio climático. Estas alternativas deben ser
totalmente respaldadas, y no arriesgadas tecnologías sin
fundamento promovidas por intereses comerciales. Las
comunidades indígenas y campesinas han desarrollado muchas
maneras de cuidar de los suelos y la biodiversidad, y de vivir de
forma sustentable. Estos métodos adaptados local y culturalmente
dependen del clima regional, los suelos, las cosechas y la
biodiversidad. Los intentos de comercializar los suelos e imponer
la idea de “un mismo molde para todo” a los suelos y a la
agricultura presentan el riesgo de apropiarse, socavar y destruir el
conocimiento y diversidad, justo cuando se necesita con mayor
urgencia.
Si su organización desea firmar esta declaración, o para cualquier
pregunta o comentario, por favor envíe un email con el nombre de
su organización y el país a: biochar_concerns@yahoo.co.uk
Firmas:
• Abibimman Foundation (Ghana)
• Accion Ecologica (Ecuador)
• Acción por la Biodiversidad (Argentina)
• ADEV (DR Congo)
• AEFJN (Africa Europe Faith & Justice Network) (Bélgica)
• African Biodiversity Network (Kenya)
• African Center for Biosafety (Sudáfrica)
• AFRICANDO (Gran Canaria, España)
• Afrika-Europa Netwerk (Holanda)
• Amigos de la Tierra (Spain)
• Anthrosana, asociación de pacientes por una medicina ampliada
antroposoficamente (España)
• Apoyo al Fortalecimiento de la Sociedad Civil (Afosci) (Paraguay)
• ARBA (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono)
(España)
• ASCAAT (Asociacion Socio Cultural Astante Amargi Tanit) (España)
• Asociación agroartesanal de producción agrícola y pecuaria
MOLLEPONGO (Ecuador)
• Asociación Anawin (Bolivia)
• Asociacion Argentina de Expuestos al Amianto, AS.AR.E.A.
(Argentina)
• Asociación Cultural Mazarribah (Tenerife, España)
• Asociación Cultural Tremn (España)
• Asoiación Ibiza Ecologic (España)
• Asociación P.U.M.HA. (Por Un Mundo Habitable (Argentina)
• A Sud Ecologia e Cooperazione (Italia)
• Australian Orangutan Project (Australia)
• AVES France (Francia)
• Bharatiya Krishak Samaj (India)
• Biofuelwatch (Reino Unido)
• Bismarck Ramu Group (Papua Nueva Guinea)
• Borneo Project (EEUU)
• Bread For All (Switzerland)
• British Russian Eco-cultural Network (Reino Unido)
• Bumi Bhakti Persada Environmental (Indonesia)
• Carbon Trade Watch
• CENSAT Agua Viva (Amigos de la Tierra Colombia)
• Center for Environmental Concerns (CEC) (Philippines)
• Centre for Interdisciplinary Studies (India),
• Centre for Environmental Justice/FoE (Sr Lanka)
• Centro de Derechos Humanos Tepeyac del Istmo de Tehuantepec
A.C. (Mejico)
• Centro Ecologistas Renacer (Argentina)
• CESTA (Amigos de la Tierra El Salvador)
• CIFAES- Universidad Rural Paulo Freire en Tierra de Campos
(Palencia) (España)
• Colectivo de Solidaridad por la Justicia y Dignidad de los Pueblos
(España),
• Comitato rinascita di Pecomaggiore (Italia)
• Coordinadora Nacional para la Defensa del Ecosistema Manglar del
Ecuador (C-CONDEM) (Ecuador)
• CORE Centre for Organisation Research and Education (India)
• Corner House (Reino Unido)
• Corporación CINEFILIA ( Medellín-Colombia)
• Corporate Europe Observatory (Holanda)
• Corporate Watch (Reino Unido)
• Derbyshire Alternative Technology Association (Reino Unido)
• Dogwood Alliance (EEUU)
• Down to Earth (Reino Unido)
• E.Balducci Associacion (Italia)
• Ecological Internet (EEUU)
• Ecological Society of the Philippines (Filipinas)
• Ecologistas en Accion, (Spain)
• EcoNexus (Reino Unido)
• ECO Yeshemachoch Mahiber – ECOYM (Etiopia)
• Ekologistak Martxan ( España)
• Energy Justice Network (EEUU)
• Enginyeria Sense Fronteres (Spain)
• Environmental Alliance of North Florida (EEUU)
• Escuela del Agua AC (Mejico)
• ETC Group
• FERN
• Festival Mundial de la Tierra Colombia (Colombia)
• Florida League of Conservation Voters (EEUU)
• Floridians against Incinerators in Disguise (EEUU)
• Food First (EEUU)
• Foro Ecologista de Parana (Argentina)
• Forum Mundial de Comunidades de Pescadores
• Foundation HELP (Tanzania)
• Friends of the Earth Australia (Amigos de la Tierra Australia)
• Friends of the Siberian Forest (Rusia)
• Fundacion Joel Filartiga Jr (Paraguay)
• Fundacion para el Desarrollo Sustentable "ECOHUMBRAL” (Ecuador)
• Fundacion Tierra Viva (Bolivia)
• Fundacion Verde que te quiero Verde, Cartagena de Indias
(Colombia)
• Gaia Foundation (Reino Unido)
• Gender Radio (Sierra Leone)
• Ghana National Youth Coalition on Climate Change (GNYCC)
• Global Forest Coalition
• Global Justice Ecology Project (EEUU)
• Globalizate (España)
• Groupe de Recherche et d'Action pour le Bien-Etre (Benin)
• Grupo de Reflexion Rural (Argentina)
• Grupo Mesòfilo A.C. (Mejico)
• Grupo Semillas (Colombia)
• HOPE (Help Our Polluted Environment) (Taylor Country, Florida,
EEUU)
• International Analog Forestry Network (Costa Rica)
• Jeunes Volontaires pour l'Environnement (Togo)
• Kelompok Advokasi Riau (KAR) (Indonesia)
• Labour,Health and Human Rights Development Centre
• Levegő Munkacsoport (Clean Air Action Group) (Hungría)
• Mangrove Action Project (EEUU)
• MAUDESCO (Amigos de la Tierra Mauricio)
• México Nación Multicultural – PUMC-UNAM (Mejico),
• Movimiento Madre Tierra (Amigos de laTierra Honduras)
• Movimiento Mundial por los Bosques
• NAFSO (National Fisheries Solidarity) (Sri Lanka)
• Navdanya (India)
• Netzwerk Afrika-Deutschland (NAD) (Alemania)
• NOAH (Amigos de la Tierra Dinamarca)
• Observatorio de la Deuda en la Globalizacion (ODG) (Catalunya,
Estado Espanol)
• Organización de estudiantes en defensa de la Naturaleza (Mejico)
• Osservatorio Informativo Indipendente Sulla Americhe (Italia)
• OzGREEH & the country (Australia)
• PIPEC
• Plataforma Ciutadana No a la Contaminacio (España)
• Plataforma Rural (España)
• Pro REGENWALD (Alemania)
• Rainforest Action Network (EEUU)
• RAINS (Regional Advisory and Information Service) (Ghana)
• Reforest the Earth (Reino Unido)
• Rettet den Regenwald e.V. (Alemania)
• Salva la Selva (Alemania)
• SembrArte, P.T (Puerto Rico)
• Sociedad Colombiana de Automovilistas (Colombia)
• Sociedad de Fomento Villa Higueritas (Argentina)
• Stop Impunidad (Spain)
• Sunray Harvesters (India)
• Tenmiya Centre des Innovation pour le Developpement
(Mauretania)
• Timberwatch (Sudáfrica)
• Transnational Institute
• Valhalla Wilderness Society (Canada)
• Veterinarios Sin Fronteras (España)
• Watch Indonesia! Working Group for Democracy, Human Rights and
Environment in Indonesia and East Timor (Alemania)
Contexto, Notas:
Biochar es un término que se utiliza para denominar al carbón
(generalmente de grano fino), cuando va a aplicarse al suelo, a la tierra.
Se produce a través de un proceso llamado pirólisis, que consiste en
exponer la biomasa a altas temperaturas en ausencia de oxígeno. Esto
tiene como resultado dos tipos de combustible: syngas y bio-aceite, y
también carbón como subproducto.
Los defensores del biochar afirman que la biomasa que utilizan es neutral
en cuanto al carbono. Sin embargo, esta afirmación no toma en cuenta el
hecho de que el biochar procede básicamente de agricultura industrial y
plantaciones de árboles, las cuales se asocian a emisiones muy elevadas
de gases de efecto invernadero, debido a las pérdidas de carbono del
suelo, a la destrucción de vegetación natural, al consumo energético y al
uso de fertilizantes sintéticos. Afirman además que el carbono retenido en
el carbón (normalmente entre el 20% y el 50% del carbono que se
encontraba originalmente en la biomasa) permanecerá en el suelo en el
que se deposite, lo que haría este proceso “negativo desde el punto de
vista del ciclo de carbono”, reduciéndose así las concentraciones de
dióxido de carbono en la atmósfera. También afirman que agregar carbón
a los suelos los hará más fértiles de forma permanente. Cada una de
estas afirmaciones es altamente cuestionable y ninguna de ellas ha sido
probada de manera científica.
1) ¿Es el carbón un “sumidero de carbono”?
Los promotores del ‘Biochar’ sugieren que el carbón industrial puede
compararse con Terra Preta, que es un tipo de suelo altamente fértil y rico
en carbono, descubierto en la Amazonía central, y que ha sido creado por
indígenas a lo largo de cientos o incluso miles de años, mediante la
combinación de carbón con otros tipos de biomasa altamente diversos. El
secreto de Terra Preta no ha podido ser reproducido. El biochar moderno
es altamente variable, y sus resultados varían enormemente,
dependiendo del tipo de suelo, materias utilizadas para fabricar el carbón,
y otros factores. En algunos casos, el hecho de agregar carbón al suelo,
ha incrementado incluso su liberación de carbono, al haber estimulado
procesos microbianos de la materia orgánica no-carbónica. Algunos
microorganismos pueden también descomponer el carbón. Mientras que
algunos tipos de carbón permanecen en el suelo por largos períodos de
tiempo, este no siempre es el caso. No existen ni remotamente estudios
científicos elaborados a largo plazo acerca del ‘biochar’ moderno. Los
impactos de la incorporación de biochar en grandes áreas de suelos
agrícolas no son aún conocidos. Biochar en o cerca de la superficie
incrementaría el ‘hollín’ en la atmósfera, el cual contribuye enormemente
al calentamiento global. Para evitar esto, el carbón debería ser
incorporado en el suelo a cierto nivel de profundidad. Pero esto alteraría
la estructura del suelo, pudiendo causar una liberación significativa de
CO2 a la atmósfera. Las afirmaciones de que el biochar en el suelo
constituye un “sumidero permanente de carbono” son falsas.
2) ¿Cuáles serían los impactos probables de cultivar cantidades de
materias primas suficientes para producir biochar como estrategia
climática de geoingeniería?
Los defensores del biochar sugieren dejar crecer vastas áreas de árboles y
cultivos, en el orden de al menos 500 millones de hectáreas, para su
conversión en carbón. Los terribles efectos de las plantaciones
industriales de árboles para la producción de celulosa y papel, y para
agrocombustibles, ya vienen siendo comprobadas hace tiempo. La
conversión de tierras a esta escala supone graves amenazas para la
biodiversidad y los ecosistemas, desplaza comunidades, interfiere con la
producción de alimentos y degrada los suelos y las fuentes de agua
potable. El uso propuesto de ‘residuos agrícolas y forestales’ se basa en
consideraciones irreales de la disponibilidad de estas materias, cuya
utilización para estos fines privaría al suelo de nutrientes y materia
orgánica, contribuyendo a la erosión y reduciendo el habitat de la
biodiversidad.
3) ¿Cuáles son los efectos de la adición de carbón en el suelo?
Los defensores del ‘biochar’afirman que mejora la fertilidad del suelo,
reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos y mejorando la retención
de agua. Pero la pequeña cantidad de estudios realizados han mostrado
resultados variables, y en algunos casos incluso lo contrario: que la
productividad se reduce. Reiteramos que no existen estudios de largo
plazo. De hecho, la investigación y desarrollo del ‘biochar’ se centra en
gran parte en el carbón combinado con fertilizantes sintéticos y carbón
‘enriquecido’ el producto resultante de la combustión de gases en
centrales energéticas a base de carbón (bicarbonato amónico).
El impacto de la aplicación del biochar a gran escala y los daños
mecánicos que implica en suelos ricos en microorganismos son
desconocidos, pero altamente preocupantes cuando se proponen en una
escala tan masiva.
4) ¿Qué otros impactos deben ser considerados?
La pirólisis puede tener como resultado la contaminación del aire y
emisiones de partículas que se sabe que tienen impactos serios sobre la
salud humana. Como con la incineración convencional, las toxinas que
contienen las materias primas son emitidas al aire o retenidas en cenizas
o en el carbón. Algunas de las compañías de biochar ya están utilizando
una amplia variedad de “deshechos” que incluyen especies de madera
tratadas (químicamente), residuos de cosechas que han sido fumigados
con agroquímicos, plásticos, neumáticos usados o carbón combinado con
otros tipos de biomasa. El impacto de añadir grandes cantidades de
carbón con toxinas al suelo debe ser investigado, así como también las
emisiones de la pirólisis al aire.
Resumen:
Frente a tales incertidumbres científicas, el apoyo político para la
comercialización y expansión de esta tecnología es extremadamente
riesgoso e injustificado. Existe el riesgo de empeorar severamente en
lugar de mitigar el cambio climático, si tienen lugar las emisiones a causa
del cambio de uso de los suelos, de la descomposición de los suelos o de
pérdidas de carbono del ‘biochar’.
Para más información, ver “Biochar for Climate Change Mitigation: Fact of
Fiction?” (en inglés), Almuth Ernsting y Rachel Smolker,
www.biofuelwatch.org.uk/docs/biocharbriefing.pdf
Una versión en español estará muy pronto disponible en
www.salvalaselva.org/news.php?id=1222
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Jordan Flipsyde -